Donde el arte y la ciencia lloran juntos

En 2010, la fotógrafa Rose-Lynn Fisher publicó un libro de extraordinarias imágenes donde podíamos ver a las abejas con un nuevo punto de vista: «Bee«. Utilizando potentes microscopios electrónicos de barrido, amplió las estructuras de las abejas cientos o miles de veces, revelando sorprendentes y abstractas formas que son demasiado pequeñas con diferencia como para poder verlas a simple vista.

Los receptáculos de las antenas de una abeja ampliados 43 veces.

A finales de 2013 empezó un proyecto llamado “Topography of Tears” donde usa de nuevo microscopios para darnos una nueva imagen de algo muy común: lágrimas humanas secas.  “Empecé el proyecto hará sobre cinco años, durante un periodo de numerosas lágrimas, entre montones de cambios y fracasos—así que tenía un excedente de materia prima” podemos leer a Fisher en la Smithsonian Mag. Después del proyecto abeja  y uno donde miró directamente a su propio hueso de la cadera extraído durante una cirugía se dio cuenta de que “todo lo que vemos en nuestras vidas es sólo la punta del iceberg”, explica. “Así que estaba en ese momento cuando de repente pensé, ‘¿Cómo será una lágrima vista de cerca?’ ”

Cuando consiguió una de sus propias lágrimas en una lámina, secada, y le echó un vistazo con una luz estándar de microscopio, “Fue realmente interesante. Parecía una vista aérea, casi como si estuviera mirando un paisaje desde un avión”. “Finalmente, me empecé a preguntar—¿sería diferente una lágrima de pena de una de felicidad? ¿Y comparadas con, por ejemplo, una lágrima de cortar cebolla?”

Y esta cavilación acabó lanzando un proyecto multi fotográfico donde Fisher recolectó, examinó y fotografió más de 100 lágrimas tanto de ella misma como de muchos otros voluntarios, incluido un bebé recién nacido.

Lágrimas de la risa de la propia fotógrafa.

Comúnmente en ciencia las lágrimas se dividen en tres tipos basándonos en su origen:

•  Tanto las lágrimas de pena como las de felicidad son lágrimas psíquicas, causadas por emociones extremas que pueden ser positivas o negativas.
• Las lágrimas basales son liberadas continuamente en pequeñas cantidades (de media, de 0.75 a 1.1 gramos cada día) para mantener la córnea lubricada.
• Las lágrimas reflejas son secretadas en respuesta a un irritante, como el polvo, la cebolla o el gas lacrimógeno.

Todos los tipos de lágrimas contienen gran variedad de sustancias biológicas (incluyendo lípidos, anticuerpos y enzimas) todas en suspensión en agua salada, pero como Fisher vio, las lágrimas de dentro de cada tipo también contienen distintas moléculas. Se ha encontrado, por ejemplo, que las lágrimas emocionales contienen hormonas como la prolactina o neurotransmisores como la leu-encefalina, una especie de analgésico que se libera cuando el cuerpo esta bajo la acción del estrés.

Lágrimas producidas por un irritante: la cebolla. ¿No os recuerda a algunas plantas?

Además, como las estructuras vistas bajo el microscopio son mayormente sal cristalizada, las circunstancias bajo las que se secan las lágrimas puede llevar a cambios radicales de la forma, pudiendo llegar a pasar que dos lágrimas psíquicas que tuvieran exactamente la misma composición química se vieran muy diferentes si se miran de cerca. “Hay tantas variables—esta la química, la viscosidad, el ambiente, el índice de evaporación y la propia configuración del microscopio,” dice Fisher.

Como Fisher llegó a fijarse cuidadosamente en cientos de lágrimas secas, empezó a distinguir incluso más maneras de ver las lágrimas, se parecían cada vez más a paisajes a gran escala, o como ella las llama “vistas aéreas del terrano emocional.”

“Es impresionante para mi ver cómo los patrones de la naturaleza son tan parecidos, sin importar la escala,” dice. “Puedes mirar los patrones de la erosión que son grabados en la Tierra durante miles de años, y de alguna manera son muy parecidos a los patrones ramificados y cristalinos de las lágrimas secas, que cuestan solo un momento de formación.”

Y es que la naturaleza y las leyes que la explican son bonitas, sólo hay que saber cómo mirar.

Y qué mejor que acabar la entrada con una fotografía de las lágrimas de los comienzos y los finales, encuentros y despedidas.

 

Pd: Este post participa en la XXX Edición del Carnaval de Biología que acoge Activa tu Neurona.

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