El hombre que trolleó a los creyentes de los chemtrails

La teoría conspirativa de los chemtrails (fusión de las palabras inglesas chemical y contrail) ha estado circulando -y circula-  entre el mismo tipo de gente que cree que el 11S fue un trabajo desde dentro del gobierno y que los famosos están siendo controlados por la CIA las pirámides las hicieron los extraterrestres o que el hombre nunca ha llegado a la Luna. En resumen, los entusiastas de los chemtrails afirman que las estelas de vapor que dejan los aviones en el cielo son en realidad malvados agentes biológicos o químicos que los gobiernos (o los Illuminati) utilizan para crear armas electromagnéticas, controlar a la población, envenenarnos a todos… Como podéis imaginar, no hay demostración ni ciencia detrás de estas afirmaciones pero muchísima gente sigue creyéndolas.

El 1 de octubre de 2014, Chris Bovey (41 años y originario de Devon, Inglaterra) pensó que podría engañar a todos los creyentes de esta conspiración. En mitad de un vuelo de Buenos Aires al Reino Unido, su avión tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en São Paulo y vertió el exceso de combustible para aligerar el aterrizaje. Chris, que estaba sentado en un asiento al lado de una ventana decidió grabar como salía a chorro del ala el líquido.  Cuando aterrizaban, subió el vídeo sugiriendo que podría ser evidencia de chemtrails, con la idea de meterse con un par de amigos que sabía que picarían.

Al parecer el vídeo pasó del millón de visitas, 20 000 comparticiones y muchísimos comentarios diciendo a los espectadores que despertaran de una puta vez o acusando a los escépticos de que estaban comprados (el vídeo de abajo no es el original subido por Bovey).

Después él mismo difundió el rumor (falso) de que había sido detenido en Heathrow al llegar, las autoridades le habían interrogado y le habían confiscado el teléfono. Eso sacó de quicio a todos incluso más, con páginas conspiranoicas como NeonNettle.com tomando la historia como una evidencia de la existencia y utilización de los chemtrails.

Mick West, editor de la página, especializada en desmitificar casos como este, Metabunk explica a Vice.com que la conspiración de los chemtrails empezó a finales de los 90. La gente se empezó a dar cuenta de las estelas de vapor y asumió que una estela normal no debía durar mucho. Así que si alguna duraba un poco más sería porque están rociando algo. «La gente comparte cosas que parecen interesante sin pararse realmente a echarles un ojo, y toman la palabra de cualquiera que escriba como una cosa real», dice West. Además, si ven algo que parece encajar con sus ideas (por raras que sean) preconcebidas, lo tomarán indudablemente como cierto: hablamos del sesgo de confirmación.

En el caso de Chris, eso involucró que lo invitaran a un programa de radio de Richie Allen una mezcla entre Cuarto Milenio y conspiración que caiga, conspiración que cuela. En directo Chris admitió que toda la historia había sido un bulo y se metió en una discusión con el entrevistador sobre la validez de la «teoría» de los chemtrails. Desde entonces le ha llovido todo tipo de abuso verbal, hasta el punto de haber sido acusado por Facebook (ojocuidao) de que va a ir al infierno por no cumplir el primer mandamiento cristiano.

Para el que tenga más curiosidad (o dudas sobre el tema):

-En Yorokobu: «Chemtrails: el (fallido) plan para exterminar a la humanidad«

-En Magonia: «La amenaza de los  ‘chemtrails’«

-En inglés, contrail science, donde también tratan toda la pseudociencia de los chemtrails.

Y la guinda, y con matemáticas de por medio, la demostración de por qué los chemtrail (en concreto de metales) no pueden existir. Y si demuestras la existencia de cualquier chemtrail, te llevas 500€.

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